Tiene 42 años. Es americano, vive en Berlín y, desde hace unos meses, es el paciente más solicitado por los médicos de todo el mundo, que quieren estudiar su caso único. El interés se debe, ni más ni menos, a que este hombre ha vencido al VIH. Al menos, ha podido con él durante 600 días, que es el tiempo que lleva sin la presencia del virus en su sangre.
La historia, de la que se hace eco 'The Wall Street Journal', comenzó cuando el paciente, ya enfermo de sida, desarrolló una leucemia. A pesar del tratamiento a base de radioterapia y quimioterapia, la solución pasaba inevitablemente por un trasplante de médula. Y en este punto su doctor, el hematólogo Gero Hütter, de la Charité Medical University de Berlín, tuvo una idea. De entre los 80 donantes compatibles con el paciente que vivían en Alemania, el galeno eligió la muestra 61, que pertenecía a un individuo con una mutación genética, heredada de sus padres, que le hace inmune a casi todas las cepas del VIH.
Esta mutación natural es conocida como la delta 32 CCR5. El CCR5 es una molécula que actúa como una puerta de entrada y deja al VIH vía libre para que infecte a las células. Las personas que presentan la mutación -alrededor del 1,5% de la población, principalmente del norte de Europa- son resistentes a la infección.
Antes de realizar el trasplante, el equipo médico ordenó al paciente que dejara de tomar los fármacos antirretrovirales que mantienen el sida a raya, porque temían que pudieran dificultar la adaptación de las células trasplantadas. Planeaban restaurar la terapia en cuanto el VIH reapareciera otra vez en su sangre. Pero nunca lo hizo. Nunca, hasta ahora, ha vuelto a dar señales de vida. Casi dos años después del trasplante, el hombre aún está recuperándose de la leucemia, pero no tiene que preocuparse, de momento, por el sida.
"Estoy muy sorprendido", ha reconocido al diario estadounidense el doctor Gero Hütter. Normalmente, cuando un seropositivo deja de tomar la medicación, el virus aprovecha para propagarse otra vez por el organismo. Es cuestión de días o, como mucho, semanas. Pero en esta ocasión, parece que las células trasplantadas, con la mutación genética, han vuelto al paciente inmune a la enfermedad que padecía.
Una esperanza
El caso ha sido tan asombroso que se ha debatido en distintos foros científicos relacionados con el sida. Todos los expertos coinciden en señalar, según recoge la Asociación Americana de Investigación del Sida (Amfar), que "aunque pueden quedar restos del VIH en el paciente, está funcionalmente curado".
No obstante, los especialistas advierten de que este tipo de trasplantes no es una opción válida para los 33 millones de personas que viven en el mundo con VIH. Primero, por los muchos riesgos que conlleva, incluyendo un aumento de las infecciones y de la mortalidad. Segundo, porque el coste de esta intervención supera los 250.000 dólares y, en tercer lugar, porque el número de personas con la mutación delta32-CCR5 y que puedan ser donantes es muy pequeño.
Sin embargo, el caso del paciente de Berlín es esperanzador y abre la puerta a nuevas aproximaciones de la terapia génica -aunque ha sido muy polémica y controvertida hasta la fecha- y al desarrollo de estrategias que actúen de forma similar a lo realizado en Alemania.
La noticia en El Mundo
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